¿El comportamiento de tu perro es “normal”? Guía rápida para entender qué está pasando
- Ezequiel Dello Russo

- 24 oct
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 6 días

A muchos tutores les ronda la misma pregunta:
“¿Esto que hace mi perro es normal?”
La duda se dispara, sobre todo, cuando esperamos que “con el tiempo” todo mejore solo. A veces sí… y muchas otras no.
Aquí tienes una guía práctica para valorar si el comportamiento que observas entra dentro de lo esperable o merece intervención profesional.
Señales frecuentes que preocupan
(y por qué aparecen)
No te escucha…
Está atento a todo menos a ti.
Lleva la nariz pegada al suelo.
Tira de la correa hacia todo y todos.
No vuelve a la llamada.
Lo regañas y sigue “a lo suyo”.
No sabe estar solo…
Destruye si se queda en casa o en el coche.
Ladra o aúlla cuando lo dejas en una habitación.
Araña puertas/ventanas o mordisquea paredes.
Defeca/urina en casa solo cuando no estás.
“Readecora” la casa moviendo objetos.
Hace agujeros o rompe el seto en el jardín.
Rompe objetos personales (mando, gafas, zapatillas) cuando se queda solo.
Se agita o se pone nervioso…
No logra relajarse en el coche (va de pie, gime todo el viaje).
Se niega a pasar por zonas y se planta o quiere volver a casa.
Se esconde en rincones de la casa.
“Monta” objetos o personas.
Muerde o tira de la correa en el paseo.
Acude a tu llamada, pero gira a tu alrededor y no se deja coger.
Ladra/amenaza a otros perros.
Ladra/amenaza a personas (conocidas o no).
Idea clave: muchos de estos comportamientos son comunicación, no “desobediencia”. El contexto, la emoción y su etapa evolutiva importan.
Cómo valorar si es “normal”: las 4 variables
1) Edad
Algunas conductas son esperables en ciertas etapas y no en otras.
Un cachorro de 2–3 meses puede no controlar aún esfínteres.
A partir de 4 meses debería empezar a retener y pedir salir con más regularidad.
Si con 8 meses (o 8 años) sigue ensuciando en casa, ya no es propio de la edad: hay que explorar causas.
En perros senior que empiezan de repente a perder el control fecal/urinario: veterinario primero (origen fisiológico o cognitivo).
Señales de alerta con eliminación:
Orina en alfombras o en un mismo punto siempre.
Sucede al tocarlo o al saludar personas.
Defeca y/o come sus heces o las de otros (coprofagia).
2) Duración
Pregúntate:
¿Desde cuándo ocurre? (primer episodio, cómo empezó, con qué edad).
¿Cuánto dura cada evento? ¿Segundos o varios minutos?Si fue algo puntual y breve, observa. Si se repite y dura minutos, investiga causas (emocionales, ambientales, de salud).
3) Frecuencia
¿Pasa a diario, cada semana o muy de vez en cuando? La repetición indica necesidades no cubiertas o aprendizajes que se han instalado.
4) Intensidad
¿Con qué intensidad lo hace? ¿Puede cortar solo o necesita que intervengas? A mayor intensidad y dificultad para interrumpir, más urge revisar el porqué.
Conductas que solemos subestimar (y conviene atender)
Perseguir/morder cola o patas.
Gruñir sin llegar al bocado.
lamerse/morderse patas, flanco o piel con insistencia.
Perseguir luces/sombras.
“Pegarse” al tutor y no poder separarse.
Tragar objetos.
Esconderse siempre en el mismo lugar.
No dejarse poner la correa.
Tirar mucho.
Ladrar de forma insistente.
Proteger comida.
Temblar cuando lo miran.
Quedarse inmóvil mirando un punto.
Escarbar sin parar.
Pasear yendo y viniendo por el mismo trayecto.
No las llames “manías” sin más: son mensajes. Si te generan duda o malestar, pide ayuda.
Por qué pasa: comunicación, emoción y frustración
Perros y humanos no compartimos el mismo lenguaje. Cuando un perro no consigue expresar bien sus emociones o necesidades, se frustra y busca la forma de hacerse entender: el comportamiento es su estrategia para aliviarse o recuperar control.Cuanta más frustración acumulada, menos “normal” es para la convivencia, aunque sí sea coherente con su estado interno.
Si tu perro “rompe” o “muerde” (ejemplos prácticos)
¿Es un cachorro en fase oral o hay estrés/aburrimiento/ansiedad detrás?
¿Desde cuándo lo hace? ¿Cuánto dura cada episodio?
¿Con qué intensidad y en qué situaciones se repite?
Si destruye con frecuencia, durante minutos y en contextos similares, no es “una travesura”: es una petición de ayuda.
Qué puedes hacer hoy (checklist del tutor)
Observa sin juzgar: anota edad, cuándo empezó, frecuencia, duración e intensidad.
Registra el contexto: lugar, personas, perros presentes, hora, antes/después de qué.
Reduce exigencias: baja el listón de “obediencia” y prioriza regulación emocional (previsibilidad, rutinas, descanso).
Mejora el entorno: enriquecimiento olfativo, juegos de búsqueda, masticación adecuada, paseos tranquilos.
Evita castigos: bloquean la comunicación y aumentan ansiedad.
Consulta a profesionales: educador canino y veterinario (si hay dolor, cambios bruscos, eliminación repentina, picor, etc.).
Duda = punto de partida. Preguntar a tiempo evita que el problema se cronifique.
Cuándo acudir sí o sí
Pérdida repentina de control de orina/heces (adulto o senior).
Conductas repetitivas que no puede interrumpir.
Agresiones, mordidas o amenazas crecientes.
Autolesiones o lamido compulsivo.
Ansiedad marcada al quedarse solo.
Cambios bruscos de comportamiento.
Conclusión
“Normal” no significa “perfecto”, y “problema” no significa “culpa”.Significa que tu perro está diciendo algo y necesita que lo interpretes. Con observación, acompañamiento y la guía adecuada, el comportamiento deja de ser una lucha y se convierte en diálogo.




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