🐾 Cómo actuar cuando adoptas un perro de un refugio
- Ezequiel Dello Russo

- 18 oct
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 oct

Desde hace más de 30 años trabajo como educador canino, y puedo asegurarte que los primeros días después de la adopción son cruciales: marcan el inicio de una nueva etapa tanto para el perro como para su familia.
Dale tiempo, calma y confianza. Cada perro tiene su historia, su ritmo y sus miedos. Paciencia y respeto —esas son las dos palabras clave para ayudarle a adaptarse a su nuevo hogar.
Una nueva vida empieza
Has tomado una decisión maravillosa: adoptar un perro de un refugio. Le estás ofreciendo algo que quizás nunca tuvo: una familia, un referente humano, un lugar donde sentirse seguro. Pero antes de abrirle la puerta de casa, hay algo fundamental que debes entender: cada perro lleva consigo una historia. Algunos han sufrido abandono, otros han vivido años en un box; y aunque ahora empiece una etapa mejor, el cambio puede ser abrumador para él.
Por eso, el primer paso para ayudarle es sencillo y profundo a la vez: paciencia y respeto.
1️⃣ Déjale explorar su nuevo entorno

Imagina cómo te sentirías al salir de un lugar cerrado después de mucho tiempo. Eso mismo vive un perro que llega del refugio: sale de un espacio limitado, rodeado de olores y ruidos de otros perros, para entrar de
golpe en un mundo lleno de estímulos desconocidos.
👉 Déjale olfatear, recorrer, observar. Permítele moverse con libertad por la casa, sin presionarlo. Que elija él los lugares donde quiere descansar. Su nariz es su brújula: a través del olfato comprenderá su nuevo hogar y a quienes lo habitan.
2️⃣ Ofrécele descanso y tranquilidad
Un perro que ha vivido en un refugio suele llegar agotado mental y emocionalmente. Aunque haya recibido cuidados, el estrés acumulado —ruidos, ladridos, convivencia forzada— deja huella.

Durante los primeros días puede dormir mucho, mostrarse distante o poco participativo. No te preocupes: es su forma de recuperarse.
Puedes ayudarle ofreciéndole objetos para masticar (snacks naturales). Masticar les relaja, libera tensión y les ayuda a conciliar el sueño más fá
cilmente.
3️⃣ Respeta sus tiempos
No hay un calendario universal para la adaptación. Cada perro tiene su propio ritmo, condicionado por su edad, carácter y experiencias.
Unos se abrirán rápido; otros necesitarán semanas.
Lo importante es no

forzar. Solo observando, escuchando y permitiendo que se exprese podrás descubrir quién es de verdad y qué necesita.
Cuando un perro siente que no se le exige, empieza a confiar. Y cuando confía, aparece su auténtica personalidad.
4️⃣ Sé claro y coherente desde el principio
Respetar sus tiempos no significa dejarle “a su aire”. Los perros necesitan estructura, límites claros y coherencia para entendernos.

Háblale con calma, usa siempre las mismas palabras para las rutinas (comida, paseo, descanso). Decide desde el inicio qué espacios puede usar y cuáles no. Si no quieres que duerma en el sofá o en tu cama, hazlo saber con amabilidad, pero con constancia.
La coherencia genera seguridad. Y la seguridad, confianza.
5️⃣ Busca acompañamiento si lo necesita
Algunos perros, sobre todo los más temerosos o los que muestran conductas

impulsivas, necesitan una guía profesional. Un educador experimnetado puede ayudarte a construir esa relación desde el equilibrio y la comprensión. El acompañamiento correcto al inicio puede marcar toda una vida juntos.




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